El fin de los Monos del Código

Code-Monkeys

El rápido auge de la IA, especialmente en el último año, ha provocado un cambio notable en el potencial y las oportunidades del mercado laboral, que queremos analizar desde la perspectiva de la externalización informática en este artículo del blog.

Un artículo que merece la pena leer del 21 de febrero de 2024 en el FAZ-Online por Alexander Wulfers( disponibleaquí (posiblemente Paywal)) con el título «Los programadores han tenido su día» recoge estos interesantes desarrollos y también el término «monos de código».
Pero, ¿de qué se trata?
El autor del artículo relaciona el término «monos de código» principalmente con el mercado laboral local, en el que una titulación en informática o una formación correspondiente se consideraba antes garantía de un puesto de trabajo seguro.
Sin embargo, como explica claramente el autor, esto ha cambiado: Los trabajos más simples y esquemáticos, en particular, están actualmente amenazados por la IA; ya se anuncian menos puestos de trabajo en estas áreas, y es probable que las oportunidades en el mercado laboral para las personas que buscan estos trabajos se deterioren en el futuro.

Nos gustaría añadir nuestra propia perspectiva, la de la empresa de externalización informática y (nuestro papel hasta 2021) la del cliente de externalización informática, a las apasionantes conclusiones de este artículo.

Hace sólo unos años, era una práctica habitual subcontratar tareas sencillas de programación a los llamados «monos de código» o «monos de clic» en destinos extraterritoriales como la India, donde se empleaba a personas por salarios mínimos, a menudo 2 euros o menos por hora.
A estas personas se les encargaba principalmente escribir líneas de código repetitivas y sencillas o simplemente hacer clic en el mismo anuncio de Google tantas veces como fuera posible.
Un trabajo que requería poco o ningún pensamiento crítico o capacidad para resolver problemas en profundidad.

Sin embargo, el rápido ritmo del desarrollo tecnológico ha hecho que muchas de estas tareas sencillas puedan realizarse ahora de forma eficiente mediante algoritmos o, si es necesario, mediante inteligencia artificial. Los sistemas de IA son ahora fácilmente capaces de generar, analizar, probar y optimizar el código, lo que los convierte en valiosas herramientas para las empresas que buscan eficiencia y ahorro de costes.

Por otra parte, también hay actividades que todavía no son aptas para ser sustituidas completamente por la IA.
Éstas incluyen principalmente áreas que requieren un alto grado de intuición humana, creatividad y comprensión emocional, como el desarrollo de conceptos innovadores, la comprensión y resolución de problemas complejos o la creación de obras artísticas.
Además, la interacción interpersonal y la comunicación siguen siendo un campo en el que la IA, a pesar de todos los avances, no puede captar ni reproducir plenamente las sutilezas de las emociones humanas y la profundidad de comprensión que surge en las conversaciones con los clientes, por ejemplo.
Además, las decisiones y juicios éticos, que también pueden desempeñar un papel en el desarrollo de software, requieren una perspectiva humana que está conformada por valores y experiencias culturales, sociales y personales.
Por tanto, el fin de la era de los «monos de código» también significa el comienzo de una era en la que la demanda de una comprensión más profunda, la resolución creativa de problemas y el desarrollo de software de alta calidad pasan a un primer plano.

Las consecuencias de esta evolución son de gran alcance.
Las empresas y organizaciones deben replantearse sus prácticas de contratación, formación y compras, por ejemplo.
En lugar de centrarse en la cantidad, ahora deben centrarse más en la calidad.
Esto significa centrarse más en contratar empleados con un alto nivel de cualificación y capacidad para resolver problemas complejos.
Ya no se trata (sólo) de quién puede escribir código más rápido o más barato, sino de quién es capaz de desarrollar soluciones innovadoras para problemas complejos.

En el ámbito de la externalización informática, esto significa también un cambio de paradigma: el valor de un socio de externalización ya no viene determinado únicamente por su capacidad para reducir al máximo los costes laborales.
Más bien, la experiencia del socio a la hora de ofrecer soluciones tecnológicamente avanzadas y de alta calidad (externalización de proyectos) o empleados (externalización de servicios) ya es importante y lo será aún más en el futuro.
Por tanto, la demanda está pasando gradualmente de los simples servicios de codificación a servicios que requieren un profundo conocimiento tecnológico y una marcada capacidad de innovación.

Como resultado, también puede decirse que la era del mono de código ha terminado… pero esto también representa una oportunidad.
Una oportunidad que sitúa la calidad y la innovación en el centro del desarrollo de software.
Para los programadores, independientemente del lugar del mundo en el que realicen su trabajo, esto significa la oportunidad de desarrollar y establecer habilidades que van más allá de la mera codificación.
Para las organizaciones, significa que necesitan construir sus equipos de forma inteligente para seguir siendo competitivas en un mundo cada vez más complejo y dominado por la IA.

Éste es también un reto al que nos enfrentamos como Bitkollegen: Desde nuestro lanzamiento en 2021, no ofrecemos «monos de código» y «monos de clic», sino especialistas altamente cualificados que no sólo tienen una educación sofisticada, sino también excelentes habilidades de comunicación.
Nos diferenciamos deliberadamente de los «proveedores de bajo coste» por nuestros elevados estándares de calidad y nuestro enfoque responsable y sostenible.
Además, nosotros mismos utilizamos soluciones de IA -cuando es apropiado y adecuado- para limitar nuestros valiosos recursos humanos a las áreas donde realmente se necesitan y conseguir un resultado óptimo y rentable para nuestros clientes.